Las normas ISO provienen de la Organización Internacional de Normalización. Esta entidad promueve la correcta gestión en la fabricación y posterior comercialización de los servicios y productos de una empresa. Para garantizar los requisitos de calidad exigidos, ISO expide una serie de certificados en todo tipo de categorías.

No, su aplicación es totalmente voluntaria. Sin embargo, son altamente recomendables porque garantizan la calidad y seguridad de los servicios empresariales. Además, son reconocidas a nivel internacional, por lo que su campo de influencia es muy amplio. A nivel de prestigio, la imagen corporativa estará reforzada ante los clientes, lo cual influirá positivamente en la impresión inicial.

La variedad de normas ISO es muy amplia, ya que abarcan casi todos los sectores laborales. En total, actualmente existen más de 22.000 normas ISO.

Eso dependerá de tu línea de actuación y de las expectativas de tus clientes. Entre las más destacadas se encuentran las siguientes:

La implantación de una norma ISO pasa por un proceso de tramitación donde participan tres actores: la empresa interesa en acreditar la norma, la entidad encargada tanto del asesoramiento como de la auditoría interna y la entidad certificadora. Esto es lo que hay que hacer para lograr la certificación ISO:
  1. Estudio inicial por parte de la empresa asesora, que identificará los factores a tener en cuenta para lograr el certificado.
  2. Elaboración de un plan de acción donde se indiquen las formaciones a impartir a los empleados/as y las herramientas necesarias para ello.
  3. Desarrollo del asesoramiento personalizado y las formaciones durante varias semanas, hasta alcanzar los requisitos exigidos.
  4. Auditoría de la empresa asesora, a cargo de profesionales especializados que corroborarán el cumplimiento de los requisitos.
  5. Por último, la entidad certificadora realizará su propia auditoría para comprobar que se cumple con la norma en cuestión. Si todo es correcto, expedirá la correspondiente certificación ISO.

Este tipo de entidades son un apoyo fundamental para conseguir las certificaciones, pues garantizan un asesoramiento profundo y personalizado para cumplir con los requisitos exigidos. Se caracterizan por estar formadas por profesionales especializados en las distintas materias que abarcan las normas ISO, quienes aportarán los conocimientos adecuados para cada caso.