Si has llegado hasta este post, es porque sabes que hoy en día es indispensable para una organización dispone de un sello ISO, ya que esta garantiza calidad y un valor añadido a nuestra marca.

Pero volviendo al tema principal de este post, ¿Por qué es tan necesario ese sello ISO para las empresas? Pues bien, en lo primero que podemos hacer hincapié es en el hecho de que las normas de calidad que otorgan el sello ISO tienen como base principal la creación de productos y servicios cuyo fin es satisfacer las necesidades y la demanda, tanto de clientes como de usuarios.

De esta manera, tanto empresas públicas como privadas, adoptan normas internacionales de calidad, buscando que sus productos y servicios obtengan de forma certificada la calidad deseada y contratada por clientes y usuarios.

Principales ventajas del sello ISO

Encontramos un amplio abanico de beneficios dentro de las normas ISO, pero queremos destacar:

1. Mejora la imagen de la organización frente a sus clientes, la comunidad y a su propio personal. La calidad ISO forma parte del propio branding personal de la empresa.
2. Potencia y aumenta la eficiencia de los proveedores.
3. Mejora la competitividad de la empresa frente a la competencia.
4. La adaptabilidad a las exigencias del mercado: es un hecho ya que en muchos casos no se puede vender sin ellas. Este sello ha pasado de ser una ventaja a un referente para muchos compradores, sectores competitivos y mercados emergentes que quieren adaptarse a los exigentes estándares de calidad. Esto es debido a que existe una correlación directa y estrecha entre la calidad ISO y la fiabilidad asociada de manera permanente al producto que posee este certificado.
5. Mejora la eficiencia interna de la empresa, o lo que es lo mismo la organización entre los propios subsistemas de trabajadores funciona mejor.

El hecho de poseer un Certificado o Sello ISO, otorga a la empresa una valoración positiva, concediéndole a esta más puntos en licitaciones. Esto le proporciona una ventaja competitiva sobre el resto de las empresas que no lo tienen y cuya oferta es idéntica en condiciones.

En conclusión, podemos decir que el Sello ISO garantiza la calidad, la confianza y respeto hacia la empresa que lo posee.